Tarta de turrón de jijona

Para empezar la receta precalentamos el horno a 180º. Engrasamos el molde con mantequilla y espolvoreamos con harina o bien con spray antiadherente. Tamizamos la harina, la levadura, el bicarbonato y la sal y reservamos.

Desmenuzamos el turrón ayudándonos con un tenedor y lo apartamos para más tarde.

Ponemos el accesorio pala en la batidora y batimos a velocidad media/alta la mantequilla junto con la miel y el azúcar, hasta que se blanquee y adquiera una textura cremosa. Batimos ligeramente los huevos y los añadiremos progresivamente a la mezcla anterior mientras continuamos batiendo hasta que estén del todo integrados.

Incorporamos el turrón que hemos desmenuzado anteriormente y continuamos batiendo hasta que se haya integrado. A la mezcla anterior añadimos la harina que habíamos reservado en tres veces, alternándola con la leche y batiendo a velocidad media después de cada incorporación.

Horneamos a 180º, horno arriba y abajo durante 60-65 minutos o hasta que al introducir un palito, éste salga limpio.

Para empezar el relleno y la cobertura, trituramos el turrón con la nata líquida, hasta conseguir una textura cremosa. Podéis hacerlo con un robot de cocina o con una batidora de brazo. Reservamos para más tarde. Ponemos en el cuenco de la batidora la mantequilla y el icing sugar y batimos a velocidad media/alta hasta que blanquee.Sin dejar de batir, añadimos el Philadelphia a cucharadas hasta que la mezcla se haya homogeneizado.Por último, añadimos la crema de turrón y continuamos batiendo hasta que se haya integrado.

Cortamos el bizcocho con la lira de manera que obtengamos tres discos iguales y desechamos la capa superior que suele salir deformada.  Extendemos sobre el primer disco de bizcocho una capa del frosting de turrón. Colocamos encima el segundo disco y repetimos la operación anterior. Ahora haremos lo mismo con el tercer y último disco. Seguidamente, cubrimos los laterales de la tarta con el resto del frosting de turrón. Una vez cubierta y bien nivelada la tarta, trituramos las almendras garrapiñadas sin que lleguen a convertirse en polvo, podéis hacerlo metiendo las almendras en una bolsa y machacándolas con ayuda de un rodillo de cocina. Finalmente, repartimos por encima de la tarta procurando que caigan las menos posibles por los laterales.