El mayor secreto de los productos garrapiñados.
El nombre de las garrapiñadas se deriva del verbo garapiñar que, según la Real Academia de la Lengua Española, significa “Bañar golosinas en el almíbar que forma grumos”. Además, la RAE entiende como garapiña “El estado del líquido que se solidifica formando grumo”.
La procedencia de esta elaboración es desconocida, aunque es un producto común en todos los puntos del planeta. Sin embargo, en otras culturas es común la garrapiñada con otros alimentos, como las judías en Japón o las semillas de sésamo en los países árabes.
Es España es un producto muy típico, que se puede encontrar desde a pie de calle en algún puesto artesano hasta en las más selectas secciones gourmet de una tienda o supermercado.
La técnica del garrapiñado se utiliza en frutos secos tales como los cacahuetes, nueces o almendras, entre otros. La técnica consiste en preparar un caramelo en un cazo, añadir los frutos y mover constantemente hasta lograr una cobertura crujiente. Su elaboración es un tanto compleja y se basa en un proceso manual.
Los ingredientes que se utilizan para elaborar este producto son muy sencillos pues solo hace falta agua y azúcar para crear un almíbar que recubrirá todo el fruto seco. También se le puede añadir alguna especie o aromatizante para dar un toque diferente tal como la vainilla.
La forma tradicional de elaborar los frutos secos garrapiñados es con una perola u olla de metal y una cuchara de madera. Aunque parece una elaboración sencilla, no lo es, ya que el caramelo es bastante difícil de manejar y de cocinar sin que se pegue. Por lo que para elaborar un buen garrapiñado hay que saber la técnica adecuada y la temperatura óptima a la que se debe cocinar el caramelo.