La fruta confitada, ese producto tan famoso y a la vez tan desconocido.
A parte de los turrones y mazapanes, un producto muy característico de las fechas navideñas y que suele producirse en la industria artesanal de los dulces de Jijona, son las frutas escarchadas o confitadas. Las frutas confitadas o escarchadas pueden consumirse individualmente o pueden ser incorporadas a turrones o al pan de Cádiz.
Este producto lleva produciéndose en Jijona desde tiempos inmemoriales y con unas técnicas que se mantienen a lo largo de los años. Gracias a estas técnicas se consigue la consistencia, textura, sabor, aroma y colores característicos de dicho producto. El proceso de producción es bastante costoso y laborioso, pero hay artesanos que se dedican plenamente a este sector de los dulces navideños y saben mantener las técnicas tradicionales de producción.
Es una realidad que cuando consumimos este producto en alguna fecha señalada siempre nos entra la duda de ¿pero y esto en realidad de qué está hecho? Pues muy sencillo, las frutas confitadas están hechas con fruta como bien indica su nombre (aunque muchas veces no lo parezca por su sabor tan dulce). Suelen estar producidas principalmente con calabaza, cereza o naranja. Estas frutas pasan por un largo proceso para llegar a ser la fruta confitada que todos conocemos.
Como resultado queda un producto de alta calidad y muy sabroso apto y accesible todo el año.
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